Los arqueólogos han hallado un costado de la estructura donde se situaban las cabezas de los cautivos sacrificados para honrar a los dioses
Los arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) mexicano han localizado en el corazón de Ciudad de México la fachada externa y el costado este de la torre de cráneos, el Huey Tzompantli de Tenochtitlan. En esta sección del monumento, un altar donde se empalaban a la vista pública las cabezas aún sanguinolentas de los cautivos sacrificados con el fin de honrar a los dioses, han aparecido 119 cráneos humanos que se suman a los 484 identificados anteriormente.
Entre los restos hallados de la época el Imperio azteca han aparecido evidencias de sacrificios de mujeres y tres niños (más pequeños y con dientes aún en desarrollo), ya que sus huesos se encuentran incrustados en la estructura. Estos cráneos estaban cubiertos de cal, formando parte del edificio situado cerca del Templo Mayor, uno de los principales lugares de culto de Tenochtitlán, la capital azteca.
En 1521
Contemplar el Huey Tzompantli infundió miedo en los conquistadores españoles
Contemplar el Huey Tzompantli infundió miedo en los conquistadores españoles cuando, a las órdenes de Hernán Cortés, capturaron la ciudad en el 1521 y pusieron fin al todopoderoso imperio azteca. Su sorpresa quedó patente en los textos de la época. Los cronistas relatan cómo las cabezas cortadas de los guerreros capturados adornaban los tzompantli (tzontli significa cabeza o cráneo y pantli es hilera o fila).
Este elemento es común en varias culturas mesoamericanas antes de la conquista española. Los arqueólogos han identificado tres fases de construcción de la torre, que data de entre 1486 y 1502. Pero esta excavación en las entrañas de la antigua Ciudad de México, que comenzó en 2015, sugiere que la imagen que se tenía hasta ahora no estaba del todo completa.
"Esperábamos encontrar solo (cabezas de) hombres. Obviamente chicos jóvenes, como serían los guerreros. En el caso de las mujeres y los niños, uno pensaría que no irían a la guerra", señala el antropólogo Rodrigo Bolaños, que trabaja en este lugar ubicado junto a la enorme Catedral Metropolitana, construida sobre el Templo Mayor.
Las calaveras se habrían colocado en la torre después de haber estado exhibidas de forma pública en el tzompantli. Con aproximadamente cinco metros de diámetro, la torre se encontraba en la esquina de la capilla de Huitzilopochtli, el dios azteca del sol, la guerra y el sacrificio humano que era patrón de la capital azteca.
No cabe duda de que esta estructura formaba parte de uno de los edificios de calaveras mencionados por Andrés de Tapia, un soldado español que acompañaba a Cortés, según indican los arqueólogos. Tapia detalló que había decenas de miles de cráneos en lo que se conoció como Huey Tzompantli. Los especialistas ya han hallado un total de 676 y tienen claro que ese número aumentará a medida que avancen las excavaciones.
Los aztecas dominaron el centro de lo que actualmente es México entre los siglos XIV y XVI. Pero con la caída de Tenochtitlan a manos de los soldados españoles y sus aliados indígenas, se destruyó la mayor parte de la última fase de construcción del monumento ritual. “Se arrasó con los cráneos de la torre, cuyos fragmentos dispersos han sido recuperados y anaizados por un equipo de antropólogos”, señalan desde el INAH.// La Vanguardia
_
0 comentarios:
Publicar un comentario