Publicado el 14/06/2015
El mal servicio público de distribución de agua, los impuestos
a las bebidas azucaradas, una macrotendencia a favor de consumir productos más
saludables y la falta de regulación fueron los factores que consolidaron a México como el mayor consumidor de agua embotellada a nivel
mundial en 2014.
De acuerdo con firmas como Fan México, Euromonitor
International y Kantar Worldpanel, el mercado mexicano de agua embotellada
registró ingresos por 7 mil 797 millones de dólares en 2014, con un consumo per
cápita de 234 litros anuales y con expectativa de crecer 15% en los próximos
cinco años en términos de valores.
Las ventas de agua embotellada en México pasaron de 5 mil
millones de dólares a 7 mil 797 millones de dólares de 2009 a 2014, lo cual
representó un crecimiento de 55.5% y, según Euromonitor, los ingresos de este
producto llegarán a 9 mil 44 millones de pesos en 2019, más de mil millones de
dólares de diferencia respecto a 2014.
Para
los especialistas, el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) -de
un peso por litro a los refrescos y bebidas azucaradas- y la pérdida de poder
adquisitivo de los consumidores con la reforma hacendaria que entró en vigor en
2014, representaron un aliciente para el consumo de agua, tanto en
presentaciones individuales como en garrafón.
"Es claro que las personas bajaron el consumo de refrescos por
el impuesto. De hecho hay un estudio que realiza la Universidad de Carolina, en
Estados Unidos, donde se habla de una caída de 10% en la venta de refrescos y un
aumento en la venta de agua embotellada", comentó Alejandro Calvillo, director
de El Poder del Consumidor.
De acuerdo con datos de la Asociación Nacional de Productores
de Refrescos y Aguas Carbonatadas (Anprac) y de la Bolsa Mexicana de Valores
(BMV), el volumen en la venta de refrescos cayó 5% en el primer trimestre de
2014, y para finales de año la contracción rondaba 3%.
"El consumo de agua embotellada en México tiene muy diversos
usos y, aunado a la desconfianza en la calidad del agua de la llave y su escasez
en algunas regiones, hace que su consumo sea históricamente muy alto", dijo la
empresa Danone a EL UNIVERSAL.
En México, tres empresas controlan 73% del negocio de agua
embotellada: Danone, con su marca Bonafont, tiene una participación de 47%; le
sigue Coca-Cola de México, dueña de Ciel, con 19.4% de las ventas, y en tercer
lugar Pepsico, con Epura, cuenta con 7.1% de penetración, según datos de
Euromonitor International.
Para Gian Carlo Delgado, investigador del Centro de
Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM, el
alto consumo de agua embotellada en México tiene como origen el terremoto de
1985, ya que el sistema de distribución del líquido quedó muy dañado.
"También hay una desconfianza en los servicios públicos del
agua, que tiene que ver con la infraestructura, porque hay un desfinanciamiento
del sector hidráulico. Hay una responsabilidad de distribución de los tres
niveles de gobierno, pues la infraestructura de los sistemas del agua tiene
problemas de mantenimiento. Por tanto tenemos servicios irregulares y la calidad
del líquido no es necesariamente buena", comentó Delgado.
Mariana Vargas, vocera de Kantar Worldpanel México (KWM),
resaltó que el consumo de agua embotellada ha tenido un repunte no sólo en
México por el tema del IEPS, sino por una macrotendencia hacia el consumo de
productos saludables en todo el mundo.
"Si nos regresamos años atrás, el promedio de venta de agua
embotellada ha crecido año con año, y esto viene más fuerte desde 2010. Más allá
de un repunte por el tema del IEPS el año pasado, este mercado ha crecido de
manera constante para convertirse en una parte muy importante", explicó.
PURIFICADORAS GANAN
Dentro de los hogares mexicanos, el agua de garrafón representó
99% de las opciones de compra de agua, ya que el precio por litro ronda los 0.82
pesos, mientras que la botella de agua de 330 mililitros tiene un precio-litro
de 10.22 pesos, y los envases de un litro venden a 7.94 pesos cada litro de
agua.
"La compra de garrafones sin marca se ve favorecida en momentos
donde hay mayores gastos en los hogares, las familias necesitan hacer rendir su
gasto y no sólo en este tipo de productos, sino en muchos otros mercados, porque
sale mucho más barato en comparación con el producto de marca", explicó Mariana
Vargas.
De acuerdo con KWP, un hogar mexicano adquiere, en promedio, 87
garrafones en un año, de los cuales 55.5% o más de la mitad del volumen se
compró a través de las purificadoras de agua independientes en 2014, y en
términos de valor este canal representó 38% de los ingresos.
"Tiene que ver también con una proliferación del negocio de las
embotelladoras, por una opacidad del Estado en reglamentar adecuadamente el
hecho de que las embotelladoras acaparen tanta agua", explicó Brenda Rodríguez,
de la Coalición de Organizaciones Mexicanas por el Derecho al Agua (COMDA).
"Las instituciones no te garantizan que el agua que llegue a tu
casa sea de buena calidad para poderla consumir. Faltan políticas públicas para
monitorear y garantizar que la que llegue a tu hogar, trabajo o centro educativo
sea de buena calidad", agregó la experta.
Las principales empresas comercializadoras de garrafones en el
país son Coca-Cola y Pepsi, que reportaron caídas en la venta de garrafones en
el primer trimestre de 2015. Por ejemplo, Cultiba (Pepsi), que tiene a la marca
Electropura, registró una contracción de 4.5% en su volumen de ventas, y
Coca-Cola Femsa tuvo una baja de 8.1% en el volumen de garrafón.
"Tiene sentido que las purificadoras independientes les hayan
robado parte de mercado a las empresas de marca, por el precio. Cuando se da un
movimiento de marcas por crisis económicas o estacionalidad, en cuanto el
consumidor recupera su poder adquisitivo regresa a sus costumbres", comentó José
María Flores, analista de Banco Ve por Más.
Las alertas para turistas, de que no tomen agua de la llave y
compren embotellada porque se pueden enfermar, también tienen impacto en la
población local, pues da la idea de que el agua de llave no es apta para
consumo.
"Yo sí tomo el agua de la llave porque todavía no me ha hecho
daño, pero cuando viene una compañera de Suiza, soy la primera en decirle que no
la consuma, porque los estándares de calidad aquí en México son totalmente
distintos en Suiza o en España. Creo que la gente no bebe el agua de la llave
justo porque no tiene esa seguridad", concluyó Brenda Rodríguez.
Gastan miles en garrafones y botellas
Karina García tiene una botella en su bolsa. "A la semana
gastamos 60 pesos en agua embotellada", dice mientras suma lo que le cuesta el
garrafón semanal que consumen su esposo, su bebé y ella, más las botellas de
presentaciones de un litro o de 300 mililitros (ml) que compra en el transcurso
de su día laboral: 60 pesos a la semana, 240 al mes, 2 mil 880 al año. La
familia González García invierte anualmente en agua purificada lo que gana en 41
días una persona que percibe el salario mínimo.
En el caso del hogar de los papás de Karina, su mamá, Martha
Rodríguez, dice que mínimo invierte a la semana 72 pesos -que equivalen a dos
garrafones de 20 litros cada uno- para saciar la sed de su esposo, de su hija de
27 años y su sobrino de ocho.
El consumo de esta familia de cuatro integrantes es de un
mínimo de 3 mil 500 pesos al año en agua embotellada, pero el gasto se "dispara"
hasta los 5 mil 600 pesos anuales por familia, si tomamos en cuenta los datos de
Euromonitor Internacional, que indican que cada mexicano consume al año 234
litros de agua embotellada. Esto tomando como referencia que el precio del litro
de este producto cuesta, en promedio, seis pesos.
En este caso, el gasto equivaldría a casi tres salarios mínimos
al mes.
Quién es quién. EL UNIVERSAL hizo un amplio sondeo de precios
de agua embotellada en el Distrito Federal, que complementó con la herramienta
de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) "Quién es quién en los
precios". La investigación incluyó desde puestos callejeros, tiendas de
autoservicio, hasta supermercados y restaurantes.
De acuerdo con los datos recabados, el precio promedio del
litro y medio de agua embotellada de marcas comerciales (Bonafont, Ciel, E-Pura,
Pureza Vital, Santa María, entre otras) se vende a nueve pesos. Los costos
varían desde cinco pesos el litro y medio de agua en lugares como Walmart, hasta
12 pesos en tiendas de autoservicio como K y 7/Eleven.
En precio promedio de agua embotellada a nivel mundial, México
está a mitad de camino. De acuerdo con la plataforma web Numbeo, una base de
datos que recopila información del costo de vida alrededor del mundo, en México
(a nivel nacional) la botella de agua de 330 ml se vende a 8.10 pesos. Esto
equivale a casi un tercio del precio en que se comercia en Estados Unidos: 28.5
pesos (ya convertido a moneda mexicana) o en Madrid, 22.4 pesos; pero es el
doble de lo que se consigue en países africanos como Tanzania (4.53 pesos) o
países asiáticos como Tailandia (4.10 pesos).
La sed crece
Karina afirma que ella es la segunda generación de su familia
que consume agua embotellada. "Antes la genta hervía el agua para poder
tomarla", dice, y lo sustenta con el recuerdo del refrigerador de su abuela:
Jarras de vidrio repletas de agua que después de calentarse hasta el punto de
ebullición se ponían a enfriar ahí.
A esta joven madre, empleada de una empresa de recursos
humanos, no le gusta el sabor del agua hervida ni desinfectada, prefiere comprar
el líquido envasado y purificado en fábrica, aunque la inversión le cueste cerca
de 3 mil pesos al año.
La compra del agua embotellada familiar comienza en la tienda
de la esquina: Un garrafón de 20 litros, marca Bonafont, por 36 pesos, y se
completa en el camino diario de Karina García y de Manuel González a sus
respectivos trabajos. Los lunes, por hábito, García compra una botellita marca
Ciel de un litro antes de tomar el pesero hacia el Metro Mixcoac. "Me cuesta
como siete pesos", comenta mientras realiza un cálculo mental.
Ella hace cuentas en voz alta: Gasta 20 pesos a la semana en la
compra de tortillas, 600 pesos en transportes (entre ella y su esposo), 100 en
implementos de limpieza, 250 en carnes; y entre todo ese abrumador gasto
familiar se desliza también el gasto en agua embotellada, que coloca a México
como el primer país consumidor de este producto a nivel mundial.
Así, el consumo de 67 galones anuales por mexicano (unos 234
litros al año) pone al país a la cabeza del ranking global por encima de
Tailandia (59.5 galones/persona), Italia (51.9), Bélgica (39.1) y Alemania
(38).// El Siglo de Torreón (MX)
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