Según el estudio El Fenómeno de la migración de emprendimiento a México, hecho por la aceleradora Endeavor, de un total de 328 fundadores de startups en México, 31% fue identificado como extranjero y este grupo ha creado al menos 9,800 empleos y recaudado 1,720 millones de dólares en capital desde la Ciudad de México.

Después de trabajar para compañías como Citigroup y Telmex en Colombia, Iván Ariza migró a México para iniciar una serie de emprendimientos, sobre todo en el sector del comercio electrónico y del delivery digital. EnvioDivino.com, Rapiddo.Mx y Blako, fueron sus primeros pasos en el mundo de la logística en e-commerce. Luego fue líder de Logística en SinDelantal, para después fundar Cargamos, una compañía de última milla basada en almacenes oscuros (dark stores).Economía en México

Ariza es uno de los latinoamericanos que han migrado a México y han comenzado a emprender. Cargamos fue fundada en 2019 y se dedica a la entrega en última milla, a través de una flota de 10,000 repartidores y la meta de llegar a construir 300 almacenes.  

Según el estudio El Fenómeno de la migración de emprendimiento a México, hecho por la aceleradora Endeavor, de un total de 328 fundadores de startups en México, 31% fue identificado como extranjero y este grupo ha creado al menos 9,800 empleos y recaudado 1,720 millones de dólares en capital desde la Ciudad de México. 

Quizá el caso más emblemático de este fenómeno en fechas recientes es el de Carlos García Otati, el venezolano que llegó a México para fundar Kavak, una compañía que en sólo cuatro años se convirtió en la primera empresa mexicana en alcanzar una valuación de mercado superior a los 1,000 millones de dólares, es decir, se convirtió en un unicornio.

La mayoría de los emprendedores extranjeros que llegan a México a comenzar un negocio son europeos, con 49%, sudamericanos, con 26% y asiáticos, con 13 por ciento. Las principales razones por las que eligen al país son una mezcla de razones comerciales (90%), profesionales (63%) y personales (57 por ciento).

La principal razón para migrar a México es el tamaño del mercado, según la opinión de 39% de los encuestados por Endeavor. A esto se suma el que los emprendedores descubran que, en México, aún hay muchas funciones que desempeñar dentro de los mercados en los que desean iniciar su negocio. También la ubicación estratégica de México, como el vecino al sur de Estados Unidos y como una puerta hacia este país desde Sudamérica, fue una de las causas por las que los emprendedores decidieron venir a México.  

Para Ariza, el poner a México en el contexto de los países de América Latina sirve para contemplar al país como una economía fuerte, tanto a nivel poblacional como en materia de despliegue y penetración del comercio electrónico. Y si se considera que Brasil tiene otra lengua o que “es un continente dentro de otro continente”, como dice el directivo, México es el país que más hace sentido.

“México es un país lo suficientemente aguerrido como para convertirse en un referente en la región. Su cercanía hacia Estados Unidos y la puerta que le abre hacia Latinoamérica hacen que por su geografía, por su política y economía, puedas hacer muchas cosas”, dijo. 

El estudio pone el ejemplo de varios emprendedores que ahora forman parte del ecosistema de startups en México, como Ricardo Martínez Finger, cofundador del supermercado a domicilio Jüsto; Nima Purshab, cofundador y director de la empresa de salario bajo demanda Minu; Diana Popa, fundadora y directora de la plataforma de información para el campo Extensio y Joao Matos Albino, cofundador de la app de movilidad Urbvan

En opinión del fundador de Cargamos, las personas que migran para emprender en otro país tienen que hacer un esfuerzo mucho mayor para asegurar su éxito, debido a que es más difícil que puedan dar marcha atrás y empezar de nuevo. 

Ariza se casó con una tapatía y ahora tiene tres hijas. Ya sea por la cultura o el costo de vida, muchos de los emprendedores consultados por Endeavor se enamoraron de México y por eso decidieron emprender, más allá de mercados y ambiciones.// El Economista

_


0 comentarios:

Publicar un comentario

 
Top