La cultura prehispánica que existía en las regiones de México ha creado una iconografía característica que ha perdurado a lo largo de los siglos. Hoy en día todo tipo de soportes siguen presentando los elementos, pictogramas y cosmogonías que se originaron en la región.
Las principales culturas mesoamericanas como son la olmeca, la azteca y la maya todavía tienen un impacto cultural muy fuerte sobre el mundo actual. Nos siguen maravillando por su belleza inherente y por sus representaciones esculpidas sobre piedras centenarias, un fenómeno similar al que ocurre con la egiptología y sus seguidores acérrimos.
Es interesante analizar cuáles son los monumentos o los vestigios que mejor han ayudado a configurar la idea de que tenemos actualmente sobre estas sociedades. Es precisamente el ejercicio que realizaremos, un viaje por algunas de las ruinas mesoamericanas que más han incidido en la pervivencia de su iconografía y en el mundo del diseño y la cultura pop.
Para iniciar nuestro viaje nos trasladaremos hasta el corazón de México. Si hablamos del país, una de las ciudades más importantes es Ciudad de México. Se trata de una urbe que dispone de todo tipo de equipamientos, entre los que destacan elementos patrimoniales, como el Ángel de la Independencia, espacios gastronómicos como el Coyoacán o espacios de ocio como el Casino Royal Yak Hipódromo de las Américas, nada más y nada menos que el más grande del país que cuenta con cientos de máquinas tragamonedas, mesas de póker y roulette.
Iconografía prehispánica de México
Se trata de una visita interesante ya que ante la expansión del entretenimiento en línea del casino online con cientos de variantes ofrece otras fórmulas de entretenimiento, como espectáculos y shows variados.
En la ciudad han aparecido todo tipo de vestigios arqueológicos interesantes. Quizás uno de los más populares es la Piedra del Sol. Esta escultura descubierta en 1790 representa la cosmogonía mexicana y los cultos solares. Popularmente es conocido con el nombre de “Calendario Azteca”, un elemento archiconocido en relación a dicha cultura. Su nivel de detalle y los elementos figurativos plasmados llaman mucho la atención por su cantidad.
Este monolito de cerca de cuatro metros de diámetro se ha trasladado a joyería, decoración, vestimenta… un icono del merchandising que se encuentra en todas las zonas de mundo. A menos de 80 kilómetros de la ciudad encontramos una de las ruinas más importantes si nos ceñimos al ámbito de las construcciones prehispánicas: Teotihuacán. Hay muchos misterios que rodean su existencia, como por ejemplo la nomenclatura del pueblo que la construyó.
Fue redescubierta por los aztecas en el siglo XIV. Entre sus maravillas encontramos la Pirámide del Sol, la edificación más grande del complejo y una de las más voluminosas de todo Mesoamérica. El perímetro de la base se acerca a los 894 metros, y tiene 65 metros de altura. En la zona inferior podemos encontrar una cueva que representa el origen del mundo. En el recinto arqueológico hay varios elementos ornamentales como las míticas serpientes emplumadas que se han representado en varias películas, como por ejemplo en la obra “La ruta hacia el Dorado”, un filme de animación estrenado en el 2000.
Desde el corazón de México nos trasladamos hasta la magnífica Península del Yucatán. Allí encontramos Chichen Itzá, una ciudad que ejemplifica el esplendor de la civilización maya-tolteca en la región. El recinto es Patrimonio de la Humanidad desde el año 1998 y dispone de varios edificios que ayudan a entender la complejidad de esta civilización.
La construcción más importante es la Pirámide de Kukulkán, que es como la Pirámide de Keops para los egipcios: la joya de la corona. Una obra colosal que ejemplifica el alto grado de conocimiento de los mayas sobre astronomía, matemáticas, geometría e incluso acústica. Tiene 365 escalones que representan los días del año. La altura total de la construcción es de 30 metros.
En Chichen Itzá también hay un observatorio, un templo dedicado a los guerreros y una cancha donde se podía jugar al famoso juego de pelota. Se trata de un juego ritual que también se ha convertido en un elemento identificativo con respecto a la sociedad maya.
Hemos hablado de escultura y de arquitectura. Es el momento de trasladarnos al campo de la pintura, también muy parodiada en relación a la sociedad maya y prehispánica. Para encontrar algunos de los murales más importantes relacionados con la cultura prehispánica hay que detallar los que nos ofrecen las ruinas de Palenque.
Su localización hace volar la imaginación de los visitantes, ya que se encuentra en la jungla del estado de Chiapas. Típica imagen cinematográfica del descubridor-arqueólogo que se adentra en la selva para descubrir un templo perdido. Por su localización casi enigmática muchos de los edificios mantienen un estado excepcional. Una de las construcciones más importantes es el Templo de las Inscripciones, una tumba funeraria dedicada al Gran Pakal.
En el templo se encontraron un gran número de inscripciones y pinturas jeroglíficas que ayudaron a entender el imaginario maya. Predomina la coloración roja que contrasta con los tonos azules y la escala cromática amarillenta: los primeros representan el cielo y la segunda el inframundo.
El Templo de las Inscripciones esconde un secreto en su interior, un enigma que no fue resuelto hasta el año 1949. Fue en ese momento cuando el arqueólogo mexicano Alberto Ruz retiró una losa de piedra y descubrió nada más y nada menos que una tumba dedicada a Pakal, gobernante de la región en el siglo VII. El sarcófago presenta varios mitos creacionales de la cultura maya y la genealogía del líder. La tumba del mandatario es muy popular y se ha representado en otras regiones del planeta. En el parque temático español Port Aventura se puede ver una representación de la tumba a escala real que muestra la famosa lápida con un esqueleto en su interior.
La suma de todos estos elementos arquitectónicos, escultóricos, religiosos y pictóricos, nos ofrecen la visión actual que tenemos de las sociedades prehispánicas más populares. Su encanto aún nos llama la atención y es por eso que su herencia sigue muy presente, y si no, que se lo pregunten al intrépido Indiana Jones.// Roc21
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