Los mexicanos leen actualmente 5.3 libros al
año, de los cuales 3.5 son leídos por gusto y 1.8 por necesidad. Este
es uno de los principales datos que arroja la Encuesta Nacional de Lectura y
Escritura 2015, en la que por primera vez se hicieron preguntas específicas para
establecer la diferencia entre quienes leen por placer y quienes lo hacen por
obligación.
Esta nueva cifra de los libros que se leen al
año en el país, que muestra un panorama alentador respecto a los 2.9 títulos que
había dado a conocer la Encuesta Nacional de Lectura de 2006, coloca a México en el segundo lugar en índice de lectura de Latinoamérica, sólo después de Chile, cuya población lee 5.4 libros al año, “una diferencia
mínima”, seguido por Argentina (4.8 libros) y Brasil (4.0), comentó ayer Marina Núñez Bespalova.
La titular de Publicaciones de Conaculta, quien presentó los
primeros resultados de la encuesta aplicada de manera
presencial a cinco mil 845 personas mayores de 12 años en todo el país, aclaró
que “no podemos hacer un comparativo válido con los resultados del estudio hecho
en 2006 ni otros, porque la metodología es distinta, pero a partir de este
ejercicio seguiremos este mismo patrón para poder hacer una comparación”.
Otra de las aportaciones importantes de este
estudio, que comenzó a trabajarse a mediados de 2014 y contó
con un presupuesto de siete millones de pesos, detalló el presidente de
Conaculta Rafael Tovar, es que echa luz sobre la aparición de
nuevas herramientas tecnológicas tanto para leer como para escribir.
Entonces, las cifras se aumentan porque existen nuevos escenarios para que la sociedad se acerque de una manera más directa a la lectura, como Facebook, Twitter o los blogs”, añadió.
Por ejemplo, se encontró que el 57.3 por ciento de los
encuestados prefiere leer libros, el 55 por ciento periódicos, el 44.9 las redes
sociales, el 38 las revistas, el 25.2 los sitios web, el 16.6 historietas y
cómic y los blogs, que quedan en el último lugar, con 13.4 por ciento.
No suma cien, porque los informantes podían dar más de una respuesta y estos porcentajes son de quienes declararon leer este tipo de materiales”, advirtió Angélica Vázquez del Mercado, titular de Fomento a la Lectura y el Libro de Publicaciones del Conaculta.
Entre Núñez Bespalova y Vázquez del Mercado
desglosaron los datos más relevantes, como el que el 86.6 por ciento de los
entrevistados lee sólo en formato impreso, el 3.3 en digital, y el 10.1 en ambos
formatos.
Y que el 59.1 por ciento de los mexicanos encuestados compra
los libros, el 46.2 los obtiene como regalo, al 40.6 se los prestan amigos o
familiares, el 15.9 los pide en préstamo a bibliotecas o salas de lectura y el
11.6 por ciento los obtiene por descargas gratuitas.
La mayoría, un 69.8 por ciento, sigue
comprando los títulos en las librerías, mientras que el 18.6 lo hace en ferias
de libro, un 17 por ciento en tiendas de autoservicio, el 16.9 en puestos
ambulantes y el 9.8 en tianguis.
Asimismo, se descubrió que los maestros
estimularon la lectura del 60.5 por ciento de los entrevistados, y los padres de
familia de un 43.8 por ciento.
En cuanto a por qué leen, el 44.3 por ciento
dijo que lee por entretenimiento, el 30.5 para estudiar, el 11.2 para trabajar,
el 10.9 porque lee a sus hijos y el 11.8 para informarse. El 79.9 por ciento no
lee por falta de tiempo y el 18 por ciento confesó que nunca había leído libros.
Y, en el novedoso rubro de la escritura, que
se incluyó por primera vez, el 76 por ciento escribe para comunicarse, el 31.1
para expresar emociones y pensamientos, el 23.7 para hacer trabajos escolares,
el 25.5 por su trabajo y el 21.7 para sentirse mejor.
El estudio, realizado en colaboración con el Inegi, el
IPN, el Cerlalc, Funlectura y diversos especialistas, aporta algunas
conclusiones, señaló Marina Núñez. “La lectura es ya un factor fundamental
dentro de la familia y la escuela. Se registra una diversificación de los
materiales y formatos de lectura”.// Excelsior.com.mx
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